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La primavera es el momento perfecto para salir al aire libre y hacer un picnic en cualquier espacio verde de tu ciudad. Las temperaturas son suaves, el sol luce sin abrasar y el airecillo convierten la experiencia en un placer. Los árboles y flores están en su máximo esplendor y tomar el sol con precaución es fuente de salud física y mental. Hacer picnic en un parque urbano o de los alrededores es introducirse en un pequeño oasis donde olvidar el estrés de los días laborables y es perfecto para cualquiera: amigos, familia o incluso solo, con un buen libro y/o música.
Además es una actividad que no te requiere mucho dinero, pues solo tienes que llevar una manta para sentarte sobre ella, algún cojín si lo deseas y algo de picoteo. Empanadas, bocadillos, fruta, aperitivos, frutos secos, hummus con crudités, tortilla de patata... con un poco de agua fría es el menú perfecto, que luego puedes complementar con una siestecilla, un juego de cartas, una pelota, etc. Si buscas ideas de parques y espacios urbanos de Madrid para comer al aire libre y que no sean los clásicos de Retiro o Casa de Campo, ficha estas cuatro ideas.
Parque Forestal de Valdebernardo
Entre el barrio de Valdebernardo y el antiguo municipio de Valdebernardo, justo al lado del zoológico Faunia, se encuentra el precioso y no demasiado conocido Parque Forestal de Valdebernardo que, con una extensión de 105 hectáreas, es un espacio de recreo perfecto para hacer picnic en un día de primavera. Estanque, quioscos -por si no te apetece llevar la comida y prefieres picotear in situ-, zonas de plantaciones... amenizan este espacio verde en el que destaca, sobre todo, la colina artificial: desde lo alto, en los días despejados se alcanza a ver incluso la sierra de Guadarrama. Este parque cuenta también con una serie de áreas temáticas, como la senda de los cultivos, pasarela del lago, senda de la colina, bosquetes con diferentes especies arbóreas, zona biosaludable, zona infantil, circuito perimetral de Faunia...
Jardín del Príncipe (Aranjuez)
¿Te parece grande el parque del Retiro? Pues en Aranjuez, algo apartadillo de las rutas más turísticas, se encuentra un parque aún más grande el precioso Jardín del Príncipe, que en cuanto pongas el pie en él te sonará de ser escenario de varias películas y series españolas; entre ellas, la reciente 'Manual para señoritas' (Netflix). Su nombre se debe a Carlos IV, que lo mandó construir cuando todavía era Príncipe de Asturias. El parque se extiende a lo largo de 150 hectáreas, está delimitado por el Tajo -se pueden ver los embarcaderos reales del XVIII- y su riqueza botánica es fastuosa; muchas de las especies proceden de lugares muy lejanos. No te pierdas sus fuentes, como las de Narciso y Apolo, y el precioso Estanque de los Chinescos, con un templete griego obra de Juan de Villanueva. No hay zona de picnic pero sí muchos bancos donde sentarte a tomar el bocata. Y de postre, fresón.
Laguna del Campillo (Rivas Vaciamadrid)
A menos de 20 kilómetros de Madrid se encuentra uno de los entornos naturales más curiosos y no demasiado conocidos, perfecto para ir con peques e iniciarles en el senderismo porque se puede recorrer en una ruta circular de unos 5 km que no tiene ninguna dificultad, para hacer a pie o en bici. La Laguna del Campillo, ubicada en el Parque Regional del Sureste en Rivas-Vaciamadrid, se formó entre las décadas de 1960 y 1970 debido a la extracción de áridos en la cuenca del río Jarama. Al cesar estas actividades, el área se inundó, creando esta laguna de aproximadamente 35 hectáreas. Además, el Centro de Educación Ambiental El Campillo, gestionado por la Comunidad de Madrid, organiza talleres, visitas guiadas y exposiciones relacionadas con el medio ambiente.
Parque Juan Carlos I
El Parque Juan Carlos I fue construido entre 1990 y 1992 con el propósito de convertirse en un espacio emblemático de Madrid, coincidiendo con la designación de la ciudad como Capital Cultural Europea en 1992. Este parque, concebido como un espacio suburbano moderno y con visión de futuro, se asienta sobre los terrenos de la antigua finca “El Olivar de la Hinojosa”. Con una superficie de 160 hectáreas, el parque ofrece una amplia variedad de espacios para el ocio, la cultura y el esparcimiento, así, aunque suele estar bastante concurrido, siempre hay sitio para pasarlo bien. Cuenta con 13 kilómetros de caminos y senderos para pasear o practicar deporte, además de 133.000 metros cuadrados de láminas de agua que aportan frescor y belleza al entorno