Hoy en día hay términos en inglés para todo, y la Generación Z es experta especialmente en bautizar conceptos o problemáticas en este idioma para hacerlos 'cool' y virales y hacernos reflexionar sobre ello. Y la verdad es que funciona. Es el caso del término 'gymtimidation', el cual hace referencia a la ansiedad que sentimos cuando acudimos al gimnasio. Algo que además nos afecta, particularmente, a las mujeres. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo combatirlo? Una psicóloga experta y la coach del exclusivo centro deportivo femenino EsBarré nos dan las claves.

El fenómeno del gymtimidation, mucho más común de lo que creemos

El I Estudio “Los Españoles y el Gimnasio” que llevó a cabo el año pasado Planet Fitness, el gimnasio para todos los públicos, revela que más de la mitad de los madrileños (60%), se ha sentido incómodo alguna vez a la hora de ir al gimnasio debido a su nivel de forma física. Este fenómeno, conocido como "gymtimidation" o intimidación en el gimnasio, es más común de lo que se piensa, afectando en mayor medida a las mujeres y a los más jóvenes.

Curiosamente, el estudio también revela que esta sensación de intimidación es más pronunciada entre los residentes en la Comunidad de Madrid que en otros lugares de España, entrando de lleno en el top 5 de Comunidades Autónomas más afectadas por el “gymtimidation", solo por detrás de murcianos (63%), valencianos y catalanes (64%), y andaluces, que lideran el ranking con un 73%.

"La ansiedad por ir al gimnasio puede sufrirla cualquier persona. Sin embargo, la gymtimidation es un fenómeno complejo con sesgo de género que afecta especialmente a las mujeres. Hace referencia a la incomodidad, ansiedad, miedo al juicio o a la condescendencia por parte de los hombres que sienten las mujeres al acudir a gimnasios mixtos", explica Laura Villanueva, psicóloga y fundadora de paicologodemadrid.org.

Teniendo en cuenta la gran presión con la que contamos las mujeres sobre nuestro aspecto físico, y la era del gran "amor propio" que estamos viviendo debido a las redes sociales, no es de extrañar que se fomente un espacio de inseguridad y comparativas tóxicas en el que es difícil sentirse cómoda. "Sigue existiendo mayor presión social sobre las mujeres por nuestra forma física, la forma de nuestro cuerpo o la ropa que utilizamos, exacerbado por las redes sociales. El gimnasio puede ser un lugar donde sentirnos juzgadas, comparadas y/o criticadas especialmente por los hombres", asegura Laura Villanueva.

Además, sigue habiendo muchos estereotipos y espacios "reservados" típicamente por los hombres, como el área de fuerza y musculación. Puede parecer cómico, pero lo cierto es que es de lo más habitual escuchar a un gran número de hombres gruñir, gritar y maldecir bruscamente mientras levantan peso, observando el lugar con cierta 'superioridad' o incluso mirando "demasiado". Según la psicóloga experta, "a nivel histórico, la incorporación de la mujer a los centro deportivos es posterior a la de los hombres y además hay actividades diferenciadas: cardio o actividades grupales para ellas, y sala de máquinas y entrenamientos de fuerza para ellos. Las mujeres nos vemos expuestas a actitudes paternalistas o incluso de burla al querer realizar entrenamientos de fuerza, lo que nos puede hacer sentir que no estamos a la altura o que no pertenecemos". Y si no te pasa a ti, le pasa a cualquiera de tus amigas.

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El auge de los centros deportivos femeninos y la lucha contra el gymtimidation

Como respuesta a esta situación tan incómoda (e innecesaria), los últimos años han visto proliferar numerosos centros deportivos únicamente para mujeres. Aunque lo ideal sería poder acudir a centros mixtos y sentirnos seguras, cómodas y, sencillamente, normales, estas opciones ofrecen una atmósfera incomparable, sororidad y buen feeling para aquellas a las que les de miedo o vergüenza acudir solas al gym (y para las que, simplemente, se han vuelto fans del sentimiento de comunidad y motivación que otorgan).

"Cuadra con el momento histórico que estamos viviendo donde el movimiento #metoo o el concepto de sororidad van tomando cada vez más peso. En mi opinión, tiene que ver también con el sentimiento de pertenencia al grupo, con la identificación con otras mujeres que también eligen sentirse seguras y protegidas en un centro exclusivo para mujeres", asegura Laura. "Este tipo de centros pone la mirada en la mujer, pero no desde el juicio o la presión, sino desde un lugar amable y con intención de satisfacer sus necesidades, sin tener que encajar en un espacio diseñado para hombres. Las mujeres por ejemplo requieren entrenamientos específicos y espacios habilitados durante el embarazo, el post parto o la menopausia, necesidades que los hombres no tienen".

Esto nos lleva a contemplar dos factores fundamentales: el sentimiento de comunidad y la necesidad de ejericicios y prácticas específicas para mujeres. Por un lado, formar parte de un grupo, de una red de apoyo que se encuentra en la misma situación que tú y que no te juzga, supone un gran incentivo que nos mueve a acudir al gym día tras día con ganas y dejando atrás la vergüenza o la ansiedad. Según Jimena Villegas, head coach del centro deportivo femenino EsBarré, "el construir una comunidad te da esa alegría de formar parte de un grupo, las ganas de levantarte al saber que no estarás sola, que puedes hacer amistades y tienes la libertad de relacionarte con otras chicas que también tienen interés en lo mismo que tú. Además, al ser todo mujeres, tenemos más libertad de movimiento y confianza". En el exclusivo centro de fitness EsBarré buscan, así, inspirar a mujeres de todo tipo y transformar su entrenamiento con nuevos conceptos donde ellas son el centro.

La inseguridad que tenemos además constantemente por nuestro físico y por la falta de experiencia en ciertas prácticas deportivas no ayuda: "es probable que esa posible “intimadación” se de en personas que vienen a practicar este deporte por primera vez, y sobre todo, personas que no se sienten seguras del todo con ellas mismas. Afortunadamente, este problema va desapareciendo a medida que van pasando las clases y las alumnas van ganando confianza con ellas mismas así como con el deporte en cuestión", afirma Jimena Villegas.

Por otro lado, cada vez más los centros deportivos, los coaches o las apps de deporte están empezando a incorporar hábitos y prácticas específicas para las distintas etapas de la vida de una mujer, como lo es el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia... Este cambio de paradigma nos ofrece conocernos mejor a nosotras mismas, sentirnos mejor en cuanto al deporte y rendir más, haciendo que estemos más cómodas y cojamos con más gusto el ejercicio.

Este auge de centros exclusivos para mujeres son muy beneficiosos y ofrecen experiencias maravillosas, pero también son síntoma de una falta de acciones a distintos niveles. La psicóloga Laura Villanueva sugiere:

    • Educar en equidad, desde el respeto y la no discriminación
    • Crear campañas de concienciación en los centros deportivos con medidas específicas de detección de situaciones de incomodidad o acoso
    • Formar al personal de los centros en prevención e intervención en caso de situaciones de gymtimidation
    • Ofrecer a las mujeres entrenamientos y espacios adecuados a sus necesidades
    • Asumir un rol de facilitador en lugar de juzgar, criticar o mostrar una actitud condescendiente ("si no aportas, aparta")
    • Visitar diferentes centros hasta encontrar uno que nos ofrezca seguridad y comodidad
    • Trabajar nuestra autoestima, tener claros los objetivos de ir al gimnasio y centrar la atención en ellos
    • Tratarnos bien y ser amable con nosotras, respetando nuestros propios ritmos y sensaciones y, si lo necesitamos, pedir ayuda
Headshot of Carolina Cañoto

Graduada en Filología Hispánica y especializada en marketing digital y comunicación de moda, belleza y lifestyle, Carolina vive su sueño como colaboradora para Elle y desarrolla asimismo su labor de PR para firmas de moda y gastro. Se considera una verdadera experta en tendencias, descubrimientos beauty y restaurantes de moda. La lectura, el fitness, Friends y sus gatos son algunas de sus pasiones favoritas, y Bélgica su segunda casa.