Una sociedad necesita normas para funcionar bien. El respeto, la tolerancia, la educación, la moderación... son solo algunas de las reglas que centran el comportamiento ciudadano y le dotan de un orden. Al igual que precisamos estas normas de convivencia, también se necesitan en la pareja.

Las normas de una relación se refieren a las expectativas, valores y criterios de un individuo respecto a lo que es aceptable, deseable o necesario en una relación romántica. Pueden ser de tipo emocional, física o psicológica y orientan la forma en la que la pareja debe tratarse, qué comportamientos son aceptables y qué espera cada uno.

Cuando estas normas se ponen en peligro o se rebajan, pueden provocar insatisfacción, resentimiento y una dinámica de relación potencialmente insana. Estas son tres señales infalibles para saber si tienes el listón de la relación demasiado bajo; las usan los psicólogos para descubrir si una relación tiene futuro o no.

1) Excusas su comportamiento tóxico

Cuando se empieza una relación, los listones son muy subjetivos, varían de persona a persona. Pero con el tiempo, si has empezado con unas expectativas muy altas quizás tengas que rebajarlas porque la perfección no existe. Eso sí, hay valores fundamentales que no hay que poner en peligro. Las inseguridades personales, como la baja autoestima, suelen llevar a las personas a rebajar mucho sus exigencias, por miedo a que si las ponen demasiado altas se queden solas o sin amor. ¿Cómo se excusa a la pareja?

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Minimizando el comportamiento negativo. Intentas autoconvencerte de que no es para tanto o de que todo el mundo tiene defectos. Por ejemplo, pueden considerar las discusiones frecuentes o los comentarios irrespetuosos como problemas «normales» de la relación, ignorando el efecto profundo sobre su felicidad y autoestima.

Perdonando siempre. El perdón es muy saludable en la pareja, pero puede ser problemático si se usa para excusar repetidamente problemas graves y no se soluciona. Puedes perdonar al otro, pero si no responsabilizas a tu pareja o no le poner límites, los problemas puntuales se convertirán en crónicos.

Justificando. Intentas racionalizar el mal comportamiento del otro con cualquier razón. Por ejemplo, el mal humor constante de tu pareja se debe al estrés laboral, en lugar de reconocer que ese comportamiento es inaceptable y debe abordarse. Esta justificación puede conducir a una constante aceptación que socava los cimientos de la relación.

Si haces estas tres cosas, podrás evitar el conflicto inmediato, pero a largo plazo la relación se llenará de dolor e insatisfacción.

2) Esperar el cambio

Un error común que lleva a bajar el listón es creer que podemos cambiar a nuestra pareja. Somos capaces de pasar por alto faltas de respeto, faltas de honradez, incoherencia... al convencernos de que, con suficiente amor, el otro "cambiará". Pues hay una mala noticia: las personas no cambian.

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Edward Berthelot//Getty Images

La idea de que, con esfuerzo, el otro puede cambiar acaba dando lugar a expectativas poco realistas, lo que puede causar frustración y desconfianza si tu pareja no consigue hacer los cambios prometidos. En lugar de intentar cambiar a una pareja que no satisface tus necesidades, es más sensato encontrar a alguien a quien aprecies de verdad tal y como es.

3) Eres la única que se sacrifica

Una clara señal de que el listón de tu relación se ha hundido es que eres tú siempre el que pone todos los esfuerzos. Te sacrificas demasiado y descuidas tus propias necesidades con la esperanza de que tu amor sea finalmente correspondido. Es cierto que los sacrificios son necesarios para tener una relación sana, pero cuando tienen lugar solo por una parte acaba llevando al agotamiento emocional, el resentimiento y la pérdida de identidad.

En lugar de conformarte con una pareja que sólo te ve como una fuente de apoyo temporal, es crucial que reconozcas tu propio valor y des prioridad al autocuidado, asegurándote de que tus necesidades están cubiertas. Practicar el amor propio te libera de la necesidad de amor no correspondido y te capacita para buscar una relación basada en el respeto mutuo y el esfuerzo compartido.

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Begoña Alonso es experta en ocio, cultura y estilo de vida, coordinando la sección de Living en Elle.es desde hace más de seis años. Llevar la sección de Living supone que lo mismo escribe un reportaje sobre las mejores series de terror de Netflix, que un artículo de viajes y lunas de miel, un perfil de una activista feminista o un listado de los mejores libros de la historia que tienes que leer. 

Siempre suele decir que la vida no le da para todo: libros, agenda, música, ocio, cine, series, plataformas de streaming (Netflix, Amazon, HBO, Disney+, Filmin, Movistar+, Apple TV+…), maternidad, televisión, feminismo, viajes, cultura, ‘lifestyle’, motor, tecnología… Pero es capaz de llegar a todas partes para ofrecer siempre los contenidos más actuales e interesantes. 

Begoña Alonso se licenció en 1999 en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, pero cuenta casi con 30 años de experiencia en la profesión. Se estrenó en medios locales como Huelva Información o Las Provincias, pasó por radios vecinales haciendo programas de cine y luego aterrizó en el mundo del papel, en medios como La Razón, Maxim o Reporter. 

Tras 9 años dedicada al ‘branded content’, Begoña lleva una década en ELLE, el mismo tiempo que ha transcurrido desde que consiguiera el Premio 20 Blogs por ‘The Best of the 80s’, un blog de música de los 80, una de sus pasiones. También adora las películas de boda y se pasa más tiempo planificando viajes que llevándolos a cabo, pero eso es otra historia.