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Últimamente, Richard Gere está afrontando proyectos más profundos, selectos, muy lejos del estilo de película con el que le conocimos. Ha apostado por los thrillers políticos, reflexivos y con tintes policíacos, como 'MotherFatherSon', 'Norman' o 'La agencia', demostrando que, tras esa alma de eterno seductor, hay un actor como la copa de un pino.
Esta línea más dramática y alejada del mainstream continúa con su último estreno, 'Oh, Canada', en la que vuelve a coincidir con Paul Schrader, quien le dirigió en 1980 en 'American Gigolo': podría decirse que fue su descubridor. Más de cuatro décadas después, el registro es completamente distinto, pasando de narrar las travesuras de un treintañero atractivo a los últimos días de un setentón que reflexiona sobre el sentido de su vida.
"Oh, Canada invita a la reflexión y merece la pena. Quizá incluso inspire a otros a examinar sus propias vidas antes de que sea demasiado tarde para hacerlo": la crítica, como la de Deadline, ha quedado impresionada con esta película de apenas 90 minutos que fue nominada a la Palma de Oro de Cannes y al Premio del Público en San Sebastián.
Paul Schrader regresa a sus películas 'mosaico', en las que aparecen fragmentos de una vida en diferentes periodos, en este caso de un documentalista que se está muriendo pero y quiere contar todas sus verdades con la lucidez que le queda. Parece complejo, pero Schrader lo consigue en 95 minutos.
Una narración coherente y emocionante
Leonard Fife (Gere) se sienta a entrevistar a otro director, Malcolm (Michael Imperioli), un antiguo alumno, y le cuenta su historia. Aparecen cuatro narraciones temporales distintas, con Gere como el Fife adulto y Jacob Elordi como el joven. El punto de vista inicial es curioso porque el documentalista está dirigiendo el reportaje sobre su propia muerte y, además, no siempre se enfrenta con justicia a su pasado.
Todas sus confesiones, más o menos coherentes, las realiza con un testigo de excepción: su mujer (y productora) Uma Thurman, que allí mirando, en silencio, descubre todo lo que ha permanecido oculto: amoríos, peleas, secretos, decisiones angustiosas. 'Oh Canada' está inspirada en la novela 'Los abandonos', de Russell Banks, amigo de Schrader, publicada en español por Sexto Piso.
El director de fotografía, Andrew Wonder, utiliza diferentes texturas y paletas de color y blanco y negro para representar el paso de las décadas; la primera de ellas, los años 60 en los que Fife se enfrenta al dilema moral de su participación en la guerra de Vietnam. Son los telones de fondo en los que aparecen personajes secundarios que no están demasiado desarrollados: los protagonistas son Gere, Elordi y Thurman.
¡Cómo no van a serlo con las interpretaciones que entregan! Gere, como en todas sus últimas interpretaciones -más independientes- está brillante; Thurman llena la pantalla con sus silencios y sus miradas, mientras que Elordi, en una escala actoral cada vez más pronunciada hacia arriba, nos convence en todo de que es Gere de joven.