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Si las de San Isidro, que se celebran cada 15 de mayo, y las de la Virgen de la Paloma, cada 15 de agosto, son tus fiestas preferidas de Madrid, no hace falta que guardes al chulapo o la chulapa que llevas dentro durante el resto del año. Puede que durante las otras 50 semanas no encuentres a la capital convertida en una divertida verbena, pero la hora del vermú, las mejores terrazas al aire libre y los restaurantes más castizos seguirán disponibles para todo aquel, residente o visitante, que quiera disfrutarlos para continuar con el espíritu festivo y regalarse un homenaje en clave gourmet 100% madrileño.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de comida tradicional madrileña? A su cocido, por supuesto, pero también a sus callos a la madrileña, a los mejores bocatas de calamares, a los huevos estrellados y a las gallinejas, a la rosca madrileña (también llamada 'rosca de ternera') y a su versión de los caracoles, que se suelen servir en forma de pincho o tapa en una cazuela de barro, acompañados de una salsa y con jamón, chorizo y un toque picante. ¿Con qué se maridan todos estos manjares? Con vermú, por supuesto, a la hora del aperitivo, y con la mejor selección de vino -blanco y tinto- que atesora cada una de las siguientes propuestas 'foodies'.
Aunque, como decimos, el ambiente en Las Vistillas y en La Pradera no sea el mismo si el calendario no marca festivo, en estos restaurantes tradicionales de Madrid recuperan con sus cartas la esencia castiza de la capital que tanto nos enamora y son perfectos para venirse arriba cuando nos ponemos un poco nostálgicas. Te descubrimos desde los templos de toda la vida hasta las nuevas aperturas que están conquistando a los madrileños, pasando por las barras con más solera. Así que si buscas un plan 100% castizo, estás en el lugar correcto, porque te vamos a descubrir los restaurantes más típicos de la capital que debes probar, al menos, una vez en la vida.
Enamórate del icónico cocido de Lhardy, donde en su época Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós se tiraban carantoñas, o ríndete al buen rollo que que destilan las chicas de La Gildería. Años de historia separan estas dos aperturas y las dos son igual de castizas. Estas son nuestras direcciones preferidas para cuando nos apetece sacar a pasear a nuestra versión más folclórica. ¡Toma nota!
Los restaurantes más castizos y tradicionales de Madrid
Lhardy
"No se puede concebir Madrid sin Lhardy", sentenció Azorín. Y por eso en el año 2021, Pescaderías Coruñesas decidió impedir el cierre de este centenario de Madrid. Las puertas de esta tienda-restorán llevan abiertas en la Carrera de San Jerónimo desde 1839, y gracias al saber hacer y a la dedicación constante se ha convertido en todo un emblema en la ciudad de Madrid. Si hay algo que triunfa en este restaurante castizo, es su versión del cocido madrileño, que hay que probar al menos una vez en la vida. Otro gran 'hit', tanto en carta como para llevar, es su consomé, una tradición que traspasa fronteras. No te pierdas tampoco sus croquetas, sin duda entre las mejores croquetas de Madrid, ni su salpicón de bogavante gallego.
Dirección: Carrera de San Jerónimo, 8. Madrid.
Tel. 915 21 33 85.
Precio medio: 85 €.
Café Comercial
Es uno de los restaurantes con más historia de Madrid y desde que lo recuperó el grupo El Escondite sigue brillando como siempre. El Café Comercial es uno de los restaurantes imprescindibles en la agenda de los madrileños porque combina la esencia castiza de su carta con las actividades más 'cool' de la ciudad. Su salmorejo es digno de cualquier restaurante cordobés y sirve unas croquetas que enloquecen a todo el que las prueba. Con el buen tiempo, disfrutar de un café con tostadas o un aperitivo en su terraza es un plan imprescindible en la capital.
Dirección: Glorieta de Bilbao, 7. Madrid.
Tel. 910 88 25 25.
Precio medio: 40 €.
Celso y Manolo
Su chuletón de tomate con seis cosas ricas es una delicia que conquista al más carnívoro y el auténtico protagonista de la castiza carta de Celso y Manolo. Este restaurante ubicado en el barrio de Chueca, nuestro preferido para comer y beber en Madrid, recupera la esencia de la tasca que fue durante años este local y lo hace a través de un recetario tradicional en el que la calidad de la materia prima actúa como maestro de ceremonias. Acércate a la hora del vermú y pierde la cabeza con su bocata de calamares y las chacinas ibéricas. Y si vas a moverte por este barrio de Madrid y no encuentras sitio en este restaurante, no te pierdas esta selección de los mejores restaurantes de Chueca.
Dirección: Libertad, 1. Madrid.
Tel. 915 31 80 79.
Precio medio: 45 €.
Casa Macareno
Ubicado en el barrio de Malasaña, donde coinciden numerosos restaurantes de moda, y con un local de lo más castizo y una carta basada en recetas de siempre con un 'twist', Casa Macareno es la perfecta combinación de tradición y modernidad. Este restaurante es una de las apuestas más fuertes del barrio por recuperar la cocina tradicional y las buenas costumbres. Por eso su menú del día, disponible de martes a viernes, es uno de los más auténticos de la capital. En verano hay que entregarse a su gazpacho guarnecido, y en invierno puedes acercarte cada semana para disfrutar de sus famosos jueves de cocido.
Dirección: San Vicente Ferrer, 44. Madrid.
Tel. 658 59 65 72.
Precio medio: 35 €.
Casa Tabacos
Los responsables de encumbrar Casa Macareno, Bodegas El Maño y Café Ruiz, reconquistando así el espíritu castizo propio del barrio de Malasaña, lo han vuelto a hacer. Su último proyecto, abierto a finales del año pasado, se llama Casa Tabacos y debe su nombre a la ubicación. En esta ocasión, Julián Lara y Sergio Ochoa han querido darle vida a una antigua expendeduría de tabacos. Han hecho su magia y, conservando la fachada con el letrero original del estanco, le han dado al local una personalidad propia sin desligarse de los detalles clásicos de sus otros restaurantes: no faltan los claveles rojos, una gran barra, los platos con motivos del zodiaco, obras de arte singulares... Para la elaboración de su carta, han seguido el mismo patrón. Sin olvidarse de los clásicos como los torreznos, la ensaladilla rusa o su famosa tortilla de patatas. Aunque la verdadera estrella del nuevo local es la burrata con gambones al ajillo.
Dirección: La Palma, 69. Madrid.
Tel. 685 48 14 37.
Precio medio: 35 €.
La Gildería
Ubicado en La Latina, es el bar por excelencia para rendirse a los domingos de vermú y aperitivos eternos. La Gildería es el proyecto de Yajaira Malavé y Cristina Bonaga, que decidieron consagrar sus vidas a los encurtidos y las buenas costumbres castizas. Su local es una auténtica verbena en el que sirven laterío, patés deliciosos, pintxos de corte clásico y, como no, las reinas de la casa: gildas. Si buscas la misma esencia cañí pero con ambiente de club nocturno, tienes que visitar su local Gilda Haus.
Dirección: Calatrava, 17 | San Mateo, 6. Madrid.
Precio medio: 15 €.
Casa Salvador
La Orden del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid que recibieron en el año 2019, coronándose como el primer restaurante en recibirla, habla mucho de la tradición madrileña que se respira en este clásico del barrio de Chueca. Tanto el local, inspirado y nutrido por piezas taurinas únicas que visten sus paredes, como la carta son un claro homenaje a las recetas tradicionales. Sus mesas, que llegaron a enamorar a Anthony Bourdain en una de sus visitas a Madrid, son historia pura.
Desde 1942, en Casa Salvador defienden una cocina clásica a través de las recetas de siempre, las que lleva preparando tu abuela toda la vida. Sus platos estrella, los que pido siempre que me siento para disfrutar de un homenaje castizo, son los callos y la merluza rebozada. No te pierdas sus postres caseros, la leche frita es una delicia.
Dirección: Barbieri, 12. Madrid.
Tel. 915 21 45 24.
Precio medio: 45 €.
La Embajada de Embajadores
Si te estás preguntando dónde comer y tapear en Lavapiés, La Embajada de Embajadores, aunque no lleva mucho tiempo en funcionamiento, ya ha conseguido ganarse el corazón y el paladar de los vecinos. Este restaurante recupera las tapas de buen tamaño cuando pides bebida y por eso se ha convertido en el nuevo punto de encuentro para los amantes del vermú de grifo y la sangría casera. Además, si te quedas con hambre siempre puedes compartir alguna ración o un bocadillo y disfrutar de un fin de semana 'low cost' y delicioso.
Dirección: Embajadores, 66. Madrid.
Tel. 910 26 27 41.
Precio medio: 20 €.
Bodega de la Ardosa
Si te encuentras en plena búsqueda de las mejores tortillas de España, debes saber que la de Bordega de la Ardosa es la más famosa de Madrid y no puedes considerarte un auténtico gato si no la has probado nunca. Este es uno de los bares centenarios más míticos de la capital y su fachada, con incontables carteles, es la primera pista de lo que vas a encontrarte en el interior: una barra con mucha solera e infinitas referencias de vino. Además de la tortilla, hay que probar sus diferentes tipos de croquetas, las hacen de cabrales, jamón, carabinero, cecina, bacalao, choco o rabo de toro.
Dirección: Colón, 13. Madrid.
Tel. 91 521 49 79.
Precio medio: 40 €.
Rambal
Debido a la época de nostalgia que vivimos desde hace unos años, las apuestas gastronómicas que se centran en la cocina tradicional están enamorando a los madrileños. Si además, se trabaja con amor y con el afán de conseguir un resultado excelente a buen precio, el éxito está asegurado. Ha sido el caso de los chicos de Rambal, que en cuestión de semanas, lograron ubicarse en el mapa rescatando el concepto de menú del día de calidad con sus guisos y ensaladas. Las patatas a la riojana, las lentejas o la fabada suelen estar entre las opciones del día. Es la casa de comidas que nos merecemos.
Dirección: Lavapiés, 6. Madrid.
Tel. 917 82 32 71.
Precio medio: 30 €.
La Tasquita de Enfrente
Platos de nombre castizo y un cocinero -y propietario- de lo más chulapo son los reyes de La Tasquita de Enfrente. Hace ya más de 25 años, el empresario Juanjo López Bedmar, tan icónico como el restaurante que regenta, abrió las puertas de este local, cuyo nombre es un guiño a la extinta La Gran Tasca que había justo enfrente en su apertura. Su cocina se basa en la búsqueda de productos excelsos y el respeto a la temporada. En su carta y sus menús degustación, priman las recetas tradicionales, pero en casi todas ellas, el cocinero y su segundo de abordo, Nacho Trujillo, le dan un toque personal brillante. Su ensaladilla es un clásico y la han servido con quisquillas, erizo, un corte de atún toro... La única receta que el chef mantiene intacta, tal y como la heredó de su padre, es la de los callos, que recibió el premio a 'Mejor plato castizo' por parte de la Real Academia de Gastronomía. ¿Otro imprescindible? Al menos una vez en la vida, todos deberíamos probar el cocido madrileño de Juanjo López -un plato que también ha versionado en incontables ocasiones-, que únicamente hacen por encargo.
Dirección: Ballesta, 6. Madrid.
Tel. 915 32 54 49.
Precio medio: 100 €.
Varra
Es la casa de comidas que está dando de qué hablar a los vecinos del barrio de Salamanca. Ideal para picar algo en barra, comer algo informal en mesas altas o disfrutar de un buen banquete castizo sentados a mesa y mantel. Su nombre es Varra y antes de terminar de inaugurar sus tres espacios, hace ya algo más de un año, ya se había convertido en el punto de encuentro gourmet para sibaritas con antojos tradicionales. Aquí, Jorge Velasco y Joaquín Serrano comienzan su aventura en solitario y han orquestado una propuesta gastronómica vinculada a la estacionalidad y los platos clásicos del recetario español. En su carta triunfan la cremosa tortilla de patatas y los platos de cuchara. También son irresistibles el bikini de cecina y cheddar ahumado o el crujiente de oreja brava, uno de los 'best sellers' de la casa. Si no encuentras sitio aquí, intenta en Varro, su hermano pequeño pero igual de bien cocinado.
Dirección: Hermosilla, 7. Madrid.
Tel. 616 123 421.
Precio medio: 50 €.
La Ancha
El restaurante La Ancha de la calle Zorrilla es un clásico del Barrio de las Letras y no existe un plan mejor que un almuerzo en su comedor después de dar un paseo por las calles del centro de Madrid. De su cocina salen platos tradicionales que por su tamaño dejarán satisfecho al más glotón. Merecen mención especial sus famosas lentejas y, si todavía tienes hueco para más, tienes que probar su enorme escalope que se sale de sabor, pero también del plato.
Dirección: Zorrilla, 7 | Príncipe de Vergara, 204. Madrid.
Tel. 914 29 81 74.
Precio medio: 50 €.
La Venencia
Techos altos, barriles desgastados, paredes añejas repletas de viejos carteles y un olor a vino que te embriaga en cuanto cruzas el marco de la puerta. La Venencia es probablemente el bar más decadente de Madrid, pero no por ello está falto de encanto. Todo lo contrario. Son cientos los que visitan su barra cada fin de semana en busca de una mirada al pasado a través de sus vinos de Jerez y una escueta carta en la que triunfan la cecina, las aceitunas y los quesos.
Dirección: Echegaray, 7. Madrid.
Tel. 914 29 73 13.
Precio medio: 20 €.
La Mina
No es un bar gallego, pero es la taberna con terraza perfecta para entregarse al picoteo de mariscos varios. Abrió sus puertas en 1949, pero ha sido en esta última década, gracias a Gonzalo, el nieto del fundador, cuando ha alcanzado un nivel de popularidad en Madrid a la altura de los pinchos morunos, que por cierto son una de sus especialidades. Es un bar en el que reinan el buen rollo, las cervezas bien frías y las raciones sabrosas, todo un templo del aperitivo. Entre sus 'greatest hits' están las gambas a la plancha, los boquerones y el laterío.
Dirección: General Álvarez de Castro, 8. Madrid.
Precio medio: 50 €.
Castizo
Ubicados en locales privilegiados y con mucho encanto, los restaurantes Castizo del Grupo Carbón negro son un territorio cañí de excepción. Todas las cartas están hechas a la madrileña y los espacios están decorados con aires de café literario. Desde cocido hasta mollete de pringá, pasando por unas deliciosas gildas donostiarras o un flan muy cremoso de corte clásico. ¿Un plus? Algunos locales tienen unas terrazas fabulosas.
Cuenta con varios locales en Madrid.
Precio medio: 40 euros.
La Carmencita
Es uno de los grandes clásicos de Chueca. De hecho podríamos decir que es uno de los restaurantes más típicos de todo Madrid. ¿Quién no se ha sentado nunca en La Carmencita a disfrutar de una buena carne de alta montaña? Y es que esta taberna es la segunda más antigua de la capital y ha visto pasar a personajes tan ilustres como Lorca, Neruda o Alberti. Hoy en día defienden la cocina castiza por encima de todo y es uno de nuestros imprescindibles a la hora del aperitivo. Nada como su ensaladilla imperial o las croquetas de chistorra para alegrarse el día junto a un vermú. El plato principal estrella? Sin duda las albóndigas de ternera.
Dirección: Libertad, 6. Madrid.
Tel. 915 31 09 11.
Precio medio: 35 €.
Casa Alberto
En 4 años cumplirá, nada más y nada menos que, 200 años. Casa Alberto lleva abierto desde 1827 y eso es algo que se nota al cruzar sus puertas. Enclavado en pleno Barrio de las Letras, aquí puedes probar todos esos platos que buscas en un restaurante castizo: Callos, caracoles a la madrileña, manitas de cordero, rabo estofado, carrillada de ternera, bacalao a la madrileña o albóndigas de ternera. Pero también otros más modernos como el pulpo con mollejas de ternera y reducción de carne o las alcachofas confitadas con velo ibérico. De postre, por favor, no dejes de probar su tarta de queso al horno.
Huertas, 18 (Madrid)
Precio medio: 35 euros.
Casa Ciriaco
Otro de los grandes clásicos de la gastronomía madrileña. Casa Ciriaco fue almacén de vinos desde 1887 y se llama así desde 1929. Más de 130 años sirviendo a los madrileños y los muchos turistas que acuden cada día para degustar, tanto en la barra como en mesa, platos tan castizos como las croquetas de jamón ibérico, las mollejas de cordero al ajillo, la gallina en pepitoria al gusto de Mingote o el rabo estofado. Y para endulzarlo todo, el típico arroz con leche o el delicioso flan casero.
Mayor, 84 (Madrid)
Precio medio: 35 euros.
Viva Madrid
Se trata de una de las barras más castizas de la ciudad. Viva Madrid, el que fuera uno de los locales con más solera de la capital, en funcionamiento desde 1856, reabrió sus puertas para acoger el segundo proyecto del 'bartender' argentino Diego Cabrera tras el éxito de Salmon Gurú. Firmado por el interiorista Lázaro Rosa-Violán, el espacio ofrece un formato inédito en la capital que aúna ‘taberna inusual’ y coctelería con el objetivo de recuperar antiguas tradiciones en torno al aperitivo y devolver a esta histórica barra su esplendor de antaño. Además, de la imponente carta de cócteles del famoso 'bartender' tiene una breve, pero deliciosa, propuesta gastronómica que corre a cargo de Víctor Camargo.
Dirección: Manuel Fernández y González, 7. Madrid.
Precio medio: 40 €.