Esta primavera las rubias han decidido en masa que quieren ser morenas. Bueno, morenas. Quieren abandonar el color de pelo al que son fieles y apostar por el castaño. Y no cualquier castaño, uno claro, bastante asequibles para ellas que pasan del tono de pelo más luminoso a uno de la gama de los oscuros. Es el que se conoce como teddy brown y por el que ya han apostado algunas como María Pombo o Hailey Bieber.

"Responde a una necesidad de volver a lo natural sin perder sofisticación. Venimos de años con mucha fantasía capilar —rubios platino, colores estridentes, balayages extremos— y ahora el péndulo vuelve hacia tonos más suaves, elegantes y low maintenance. Es un color que transmite equilibrio, salud y estilo sin esfuerzo", apunta el peluquero Juan Diego Teo.

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Cómo es el teddy brown

Como señalan los expertos en pelo, se trata de un color de pelo marrón, pero no es un color marrón plano, sino un castaño con matices, más claro o más oscuro según las zonas, pero siempre castaño, ya no queda ni rastro del rubio: "El teddy brown está haciendo alusión al osito de peluche, al teddy, el clásico. Entonces, hablar de ese color es estar hablando de los tonos, el color de un oso, lo que pasa que va a ponerlo más bonito y más tierno", explica Alberto Sanguino, Education Manager de Llongueras.

"El color teddy brown es una tendencia que estará en 2025 en bases medias. ¿Qué se quiere conseguir? Un efecto de dimensión, de relieve. Es una base, como ya digo, media con tonos cálidos y tonos dorados", puntualiza Ana Martínez, education manager de Franck Provost.

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En resumidas cuentas, como apunta Sanguino, "es un marrón que nunca llega a rubio". "No es un castaño plano ni oscuro; tiene matices dorados, avellana o incluso cobrizos sutiles, que lo hacen muy favorecedor. Es como un "rubio maduro", por decirlo de alguna manera: sofisticado, natural y muy chic", añade Juan Diego Teo.

Por qué se lleva tanto este castaño este verano

Es un tono realmente favorecedor porque, como apunta este último peluquero, "aporta muchísima luz y calidez al rostro".

"Transmite seguridad, gusto por el detalle y elegancia sin esfuerzo. Es perfecto para quienes quieren verse bien sin parecer que han pasado horas en la peluquería. Para mí, es un nuevo básico de fondo de armario capilar", añade.

Además, es apto para todos los públicos: "¡Es para todas las edades! A las más jóvenes les da un aire sofisticado y a las más maduras les suaviza las facciones y aporta frescura. Es un color que no endurece, no marca líneas de expresión y se adapta muy bien al paso del tiempo. Eso sí, siempre con asesoría para adaptar los matices a cada persona", explica Juan Diego Teo.

De hecho, el experto recomienda este tono también para las morenas: "Queda ideal también en bases castañas medias o claras. En morenas, puede aportar un cambio dulce sin perder naturalidad. Es muy versátil y se adapta bien si se trabaja con matices adecuados al tono de piel y base del cabello", indica.

También hay que decir que es un tono de cabello muy cómodo y práctico, que no requiere prácticamente mantenimiento: "No requiere decoloraciones frecuentes ni retoques constantes. Se puede retocar solo dos veces al año para mantener su frescura sin perder naturalidad", dice el estilista.

"En cuanto al cuidado posterior, no se necesita nada muy distinto a lo habitual en cabellos teñidos: champú y acondicionador específicos para color, tratamientos nutritivos y protección frente al calor y al sol. La coloración es sutil y no agresiva, pero como con cualquier técnica, el mantenimiento es clave para que el color luzca bonito durante más tiempo", recomienda.

Cómo se consigue

La clave está en mezclar distintos tonos y aplicar diferentes puntos de luz: "Se combina el melting con puntos estratégicos de luz, creando una transición gradual desde la raíz hasta las puntas. El resultado: un color multidimensional, con movimiento, profundidad y mucha vida. La clave está en que no se note dónde empieza o termina el color. Todo se funde con armonía", explica Juan Diego Teo.

El melting, tal y como concreta el experto de Llongueras, "es como aclaraciones que se difuminan con la mano y con el producto, y luego todo ello barnizado en tonos dorados".

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"Hacer puntos de luz a nivel estratégico dependiendo también de la forma de la cara, del tipo de corte y dar esos puntos de luz cálidos y dorados sobre una base castaña o una base media", añaden desde Franck Provost.

Un tono también para el otoño

Gracias a su sencillo mantenimiento y a lo fácil que es de conseguir, este tono será también tendencia en 2026.

"Este tipo de tonos más naturales y cuidados están marcando una nueva era en el color: menos artificialidad, más intención. Y es un color que evoluciona bien con los meses. Puede volverse más cálido en invierno o más dorado en verano, según cómo se matice", confirma Juan Diego Teo.