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A pesar de todas las novedades que hay en cuanto a perfumes, volver a los clásicos siempre es un acierto. Sobre todo, si buscas una opción sencilla pero elegante que te acompañe siempre. Cada verano, las mujeres de 50 tienen sus referentes y apuestan por ellos una y otra vez consolidándolos como los aromas de la temporada estival.
Uno de ellos es el Agua Fresca de Rosas de Adolfo Domínguez. Una fragancia floral que nacía en 1995 y que, desde entonces, es una de las favoritas de las mujeres más distinguidas. Es una opción fresca y ligera, ideal para llevar cuando hace calor. Además, ahora está rebajada.
Por qué las mujeres de 50 agotan este perfume
Es una de las Aguas Frescas de Adolfo Domínguez, fragancias muy livianas gracias a que incluyen flores blancas y notas cítricas, y más que un perfume intenso con demasiada presencia y que se asiente completamente, es como una esencia. Un velo de aroma.
El Agua Fresca de Rosas de Adolfo Domínguez la creó la nariz de Ramón Monegal y usó la rosa de Bulgaria para convertirla en la protagonista. Esta es muy fresca y es la parte del perfume que concede su carácter elegante. Además la rosa es una nota que conecta a la perfección con las mujeres a partir de esa edad.
En el corazón, se forma un buquet. A la rosa se suman el jazmín, el lirio de los valles y la azucena. Todo flores frescas pero con aroma particular, lo que da personalidad a este eau de toilette.
Las notas de fondo son musgo, que hace que sea una fragancia fresca y ligera, pero también almizcle, sándalo y ámbar. Estos últimos son más intensos, pero son necesarios para fijar la fragancia y darle cierto carácter al perfume.
Aunque pasan bastante desapercibidos y sólo empolvan ligeramente la fragancia, porque las notas de salida son todas cítricos potentes. Entre ellos, la bergamota y el pomelo, que son más ácidos, y, por último, la mandarina, que concede un toque más dulce pero muy lejos de ser empalagoso.
Es un eau de toliette maduro y serio pero fresco y ligero para llevar todo el verano de la mañana a la noche derrochando elegancia.
